Estimado lector.

Si llegaste hasta esta apartada opción es que por tu mente ha asomado la idea de poder contribuir a la causa de este humilde autor más allá de la adquisición de sus obras.

Tiempos duros son para aquellos corazones valientes que se aventuraron a escoger el arduo oficio de la escritura. Duros para los que carecen de mecenas, padrinos o legiones de adoradores que sirvan de cebo al olfato de las grandes editoriales. Por eso mismo no puedo hacer otra cosa que agradecer tu gesto con suma vehemencia, pues no es si no gracias a muestras como la tuya que los inventores de mundos disponemos de un mínimo sustento que nos permita seguir creando.

Gracias por estar ahí. Gracias por leerme. Gracias por confiar en este absoluto desconocido.