Mal nacido

«Se sufre con los personajes. Empatizas con unos y odias a otros».

«La forma de narrar del autor es deslumbrante, ya que nos deleita con párrafos, estructuras y escenas dignas de emmarcar».

«Una novela que cuenta con un ritmo altísimo que siempre te va animando a seguir leyendo y avanzando hasta devorar el libro sin darte cuenta».

«El final de la obra es sin duda lo mejor de la novela (junto con un par más de capítulos) y hará que devores las páginas como un águila a su desdichada presa».

«Reivindico su talento y valía para desarrollar tramas y escribirlas con mucha maestría y gran variedad de datos y pormenores tan magistralmente expuestos, que no dejan indiferente a nadie».

«Emplea el olfato de los hermanos Cohen para detectar la motivación de cada personaje y lo enraíza con la rareza atmosférica de un David Lynch trasnochador».

«Una novela escrita con arte, elgancia, pasión. Un libro que explora el Horror Cósmico in extremis, pero sin resultar grosero ni desproporcionado».

«La pluma del escritor es alucinante. Nos describe todo a la perfección y nos transporta a un mundo donde nos sumiremos en un viaje aterrador».

«Su imaginación desborda los límites de esta nuestra banal realidad».

«Una historia única con una ambientación de pesadilla».

«Con MAL NACIDO he abierto los ojos hacia un género impresionante que me ha cautivado».

«Mezcla perfectamente lo oscuro y la locura al mejor estilo de Lovecraft».

«Leer Mal Nacido es adentrarte en un mundo de desesperación en el que todas tus creencias se pierden ante lo que se está acercando hacia ti».

«El autor tiene la virtud de no escribir lo que queremos leer, sino lo que no sabemos que queremos hasta que caemos en sus libros».

«Nunca he tenido problemas para imaginarme mundos descritos en el papel, pero en este caso, me ha pasado una cosa muy curiosa y es que me sentía dentro del propio viaje, es decir: veía, olía, sentía y padecía».

«Los dibujos y el detallismo en las descripciones son otro plus añadido a una buena novela de terror donde nada ni nadie es lo que parece».