Hoy he visto a Dios

Imagen original de https://www.deviantart.com/zalas

«Hoy he visto a Dios, y Dios me ha permitido el admirar su gracia. Su rostro es tan inabarcable como lo son los límites del universo, y su belleza resulta tan insoportable como lo fueran los propósitos de su creación.

Hoy he oído a Dios, y Dios me ha permitido escuchar la sinfonía de las flautas que lo mantienen adormecido. Su clamor es tan puro y tan exquisito se aprecia su lenguaje, que mis oídos han cedido ante su melodía incomensurable.

Hoy he descubierto a Dios, y Dios ha compartido sus sueños entre mis pesadillas. Sus designios son tan incomprensibles y su sabiduría tan irresistible, que noto ahora mi cerebro hirviendo dentro de mi cráneo.

Hoy he conocido a Dios, y Dios me ha regalado la muerte».

—Últimas palabras del Sumo Sacerdote Imhotep recogidas por uno de sus más leales escribas en el último de sus rituales, cerca del año 2610 A.C.

Las gracias del Dios de la Carne

Imagen original de Tentacles and Teeth

«Las gracias otorgadas por el Dios de la Carne son tan grandiosas como magníficos son los sacrificios que exige. No sólo debes saber brindarle las ofrendas adecuadas, sino que también deberás conocer el modo de aceptar sus dones. Tanto si yerras en lo uno como si fracasas en lo otro, la Semilla de Vida te dará el trato que la tempestad arroja sobre una brizna de paja. Sé austero en tu sacrificio, y el Corazón del Mundo te hará suplicar tu final; se irresponsable con Su gracia, y el poder otorgado huirá de ti con la fiereza de un lobo sometiendo a su presa.

No oses llamar a las puertas de tu Señor si aún no eres capaz de soportar Su presencia».

—Discurso del Sumo Sacerdote Imhotep a sus prosélitos sobre el obstáculo de la impaciencia.