
«Las gracias otorgadas por el Dios de la Carne son tan grandiosas como magníficos son los sacrificios que exige. No sólo debes saber brindarle las ofrendas adecuadas, sino que también deberás conocer el modo de aceptar sus dones. Tanto si yerras en lo uno como si fracasas en lo otro, la Semilla de Vida te dará el trato que la tempestad arroja sobre una brizna de paja. Sé austero en tu sacrificio, y el Corazón del Mundo te hará suplicar tu final; se irresponsable con Su gracia, y el poder otorgado huirá de ti con la fiereza de un lobo sometiendo a su presa.
No oses llamar a las puertas de tu Señor si aún no eres capaz de soportar Su presencia».
—Discurso del Sumo Sacerdote Imhotep a sus prosélitos sobre el obstáculo de la impaciencia.
¡Iä! ¡Iä! Menudo es este Dios de la Carne…
Me gustaLe gusta a 1 persona
Es todo un malote, la verdad es que sí xD
¡iä! ¡iä!
Me gustaMe gusta